California, Irak y América Latina
(Por Carlos A. Trevisi)
Cuando se acaba la justicia irrumpe la cortesía.
Acaso porque esta semana transcurrida me ha sometido a cuanta presión es dable imaginar, es que he incluido tres artículos sobre educación. Como no quiero caer en el pesimismo, cuando me abaten las noticias que nos bombardean a diario, levanto vuelo y me disparo hacia la educación. Creo que, más allá de las dificultades por las que atravesamos, la educación es un reducto en el que podemos actuar sin más títulos que el de estar en los demás, lo cual entiendo como factible, muy factible diría, si "los demás" son nuestros hijos.
1. Un infeliz con cara de hojalata que gobierna California ha negado clemencia a un reo que hacía más de 20 años que estaba en el corredor de la muerte. Si bien es preocupante que todavía el Estado, sea de donde fuere, se permita disponer de las vidas de sus ciudadanos, más preocupante es que la ciudadanía (el pueblo) de un país lleve a la gobernación a un sujeto como el tal Shwartzeneger al que no se le puede conceder más mérito que el haber desmayado el arte cinematográfico.
2. Un tal Mariano Grondona, decrépito periodista argentino que ha trenzado cuanta cuerda tuvo a su alcance para trepar y trepar cualesquiera fueran las circunstancias políticas -nadie debería olvidar que fue quien redactó los 150 comunicados de una revolución que encaramó a un oligofrénico como el general Onganía- , ese tal Grondona, insisto, acaba de horrorizarse, en su columna del periódico "La Nación" de Buenos Aires porque Patti, uno de su huerto, con procesos criminales que lo igualan con los más versados en torturas y otros menesteres, fue repudiado a su ingreso como diputrado electo en el Congreso Nacional por aquellos con los que compartiría escaños: los mismos diputados. El argumento de "Don" Mariano es el de siempre: si fue votado por el pueblo, ¿qúe derecho asiste a los diputados para repudiar su presencia? Lo que enferma de estos canallas es que siempre caen parados. El menos indicado para hablar de democracia, de pueblo que elige, de derechos cívicos es el tal Grondona. Su pluma, sin embargo, todavía sigue vigente. No me extraña que sea en La Nación.
3. Bolivia, mañana 18 de diciembre, celebra elecciones. Un candidato con buenas posibilidades levanta las banderas setentistas de la izquierda. Cuando el "Che" estuvo en Bolivia, en el setenta, empujando la revolución que quería expandir por Amércia, el pueblo no lo entendió (ni tenía porqué). Cuarenta años más tarde, cuando lo que nos toca vivir hace inimaginable cualquier proceso en esa línea, los bolivianos salen a la calle a repudiar el capitalismo. Se han entusiasmado con Chávez que, remedando al Perón de la "tercera posición" de los años 50, quiere cambiar el rumbo de América latina. Como si no hubiera pasado nada desde entonces.
4. La Argentina de Kirchner no se queda atrás. ¿A dónde querrá ir con la gente que ha metido en el gabinete? ¿Otra vez el setentismo?. Pero, veamos. Si en el setenta salió mal, ¿Por qué ha de salir bien ahora? Hoy, exactamente hoy, 17 de diciembre, ha salido en los diarios de España que la Argentina va a pagar su deuda al FMI. El argumento del jefe de la bancada oficialista negó que la decisión ponga en una situación frágil al Banco Central, al punto que aclaró que la medida “es un legítimo derecho de un gobierno que fue elegido por el pueblo”. ¡Otra vez el pueblo! ¿Y los 60 chicos que mueren a diario por enfermedades no necesariamente letales?
Seguramente no son del pueblo argentino. Deben de ser estratosféricos.
5. Mañana 18 hay elecciones en Irak. "El pueblo va a decidir qué quiere" Esto es una tomadura de pelo. ¿Qué pueblo?
¿Es que todavía habrá alguien en este mundo que crea sinceramente que "el pueblo" decide? ¿No se han dado cuenta aún que aludir al pueblo es solo una cortesía del poder?
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