sábado, noviembre 26, 2005
viernes, noviembre 25, 2005
La Iglesia, el SIDA y un incierto futuro
(Por Carlos A. Trevisi)
Los que hemos sido partícipes de la vida de la Iglesia, por cualquier razón que sea, aunque muy especialmente si en algún momento de nuestra vida nos hemos acercado a ella en busca de un refugio que la calle , indiferente, no nos daba, hemos podido comprobar que su funcionamiento es de una perversidad tal que, pasados los primeros momentos, uno no puede menos que escapar y refugiarse en la “puta” calle, que no te garantiza nada pero te deja respirar.
La tendría muy cruda la Iglesia si no anidaran en ella unos cuantos vivillos que le sirven de enlace con la realidad del mundo. Se trata de los “industriosos eclesiales”, aquellos que postergan su propia conciencia en beneficio de la ¿conciencia? de la Iglesia que, demás está decir, ha perdido definitivamente de vista al Cristo vivo, divino o humano, no importa, comprometido con la verdad.
Cuando leemos en los periódicos que morirán 570.000 niños por SIDA y la Iglesia sigue negando el uso del condón, la única conclusión a la que se puede llegar es que ha perdido el rumbo.
Sin embargo, es tolerante con los “industriosos” (a los que en razón de su probada fe “perdona” ) , que viven atados a egoísmos y condones, ajenos totalmente a la doctrina que tanto cacarean, a los dogmas, que aceptan como a la aceituna en el copetín, sin mayores trastornos de conciencia.
La contradicción es aterradora. ¿A quién miente? ¿Qué pretende? ¿Hacia dónde va?
La otra Iglesia, la que ve el futuro
“La ONG Intermon Oxfam. De inspiración jesuita, ha presentado recientemente al ministerio un proyecto sugestivo. En uno de los apartados señala que la educación no puede ser nunca neutral, sino que debe proporcionar al alumnado elementos para decidir entre mantener el mundo tal como está o participar en su transformación hacia una mayor justicia para todos”
Agrega Fernando Savater: “ la educación ciudadana no debe dar solamente lecciones de acatamiento de lo vigente, sino también pautas para modificarlos a través de mecanismos democráticos sin recurrir a incendios o vandalismos
[…]
Si una familia decide educar a sus hijos en las delicias del canibalismo, estos no se contentarán con devorar a la abuelita sino que buscarán pitanza entre los vecinos. Por eso la preocupación por la educación es social, no sólo familiar: financiadas con fondo públicos o privados es siempre un servicio público que debe estar sometido al control responsable de la comunidad.
Esta otra Iglesia es la de todos, incluso de los no católicos: es la Iglesia.
miércoles, noviembre 23, 2005
Ratzinger cierra las puertas del sacerdocio a los homosexuales
martes, noviembre 22, 2005
Docentes de ESO.: Reforma urgente
Todo aquello por lo que nadie abogara en las manifestaciones contra la Ley de Educación -lo que deja en claro que otros motivos cundían cuando se llevaron a cabo- ha sido asumido por el gobierno: una reforma urgente de la formación de los docentes de la ESO.
La presencia del director del "Informe PISA" en España no es una mera casualidad: es el aval que necesita el gobierno para que se produzca el verdadero y único cambio que impulsará a nuestros chicos en el acceso a la información como plataforma "sine qua non" para que se adentren en el mundo del conocimiento.
Debe aspirarse a un sistema educativo al que nada le sea ajeno; tiene que abarcar todas las variables. A diferencia del actual que es rígido, impenetrable y al que le es ajena nada menos que la realidad, el nuevo tiene que ser homeostático, en permanente equilibrio, abierto, amplio, crítico, dialógico...
El mundo nos alerta sobre el signo de los tiempos: el cambio vertiginoso, y sobre sus características más elocuentes: la precisión y la mundialización. Para insertarnos en ese mundo es necesaria la imaginación. Y la educación en España no ha propendido a la imaginación, ha sido meramente lógica, enciclopedista. España debe actualizar sus patrones educativos para quitarse de encima la obsolescencia de un sistema que sometió las iniciativas individuales. El resultado ha sido que, no explotando lo que "natura da" -imaginación- y alentando lo que "Salamanca presta" – lógica -, nos hemos transformado en obedientes esclavos de la imaginación de los demás.
Se educa en satisfacción de armonías en un entorno imaginativo. Lo educativo es aprender a elegir, a cambiar y a crecer y no, nunca, Felipe II, que se reserva, si, por único e irrepetible, el derecho a ser redescubierto cada vez que se plantea el tema de elegir, cambiar o crecer.
domingo, noviembre 20, 2005
Informe PISA y la educación que debemos darnos
(por Carlos A. Trevisi)
Para comentar el artículo dirigirse a ctrevisi@fundacionemiliamariatrevisi.com
viernes, noviembre 18, 2005
No hay que rendirse, Zapatero
(Por Carlos A. Trevisi)
Fósforo blanco y balas dung-dung
Resulta que el reino Unido no se ha quedado atrás: ha utilizado balas dung-dung, prohibidas por las convenciones internacionales al igual que el fósforo blanco. Es para ponerse a temblar sólo de pensar el estrago que ambas producen en aquellos a los que alcanzan.
Ni USA ni el Reino Unido han tenido contemplaciones en mentir respecto de las causas que impulsaban el asalto a Irak. Han mentido no sólo a sus ciudadanías, respectivas, de por sí deleznable, sino a las instituciones que se supone guardan celosamente su voluntad.
Solamente el desvarío de unos cuantos mantiene en pie la justificación de esa guerra. Son los “dueños” de la democracia, los que en su nombre cometen los mayores atropellos. “Esa” democracia no debe prosperar; tampoco difundirse y mucho menos hacerse una guerra para imponerla.
miércoles, noviembre 16, 2005
Las Canarias, la CIA y el cocido maragato
domingo, noviembre 13, 2005
La educación que debemos darnos
(Por Carlos A. Trevisi)
A propósito del artículo que publicamos ayer sobre España y las patéticas circunstancias que envuelven a Francia me pareció oportuno ofreceros un capítulo de "Allá vamos, chicos" en los que aludo a la educación en términos semejantes a los que expresa Touraine.
Educarse ya no es sólo, como se ha dicho, tomar conocimiento de datos que archivos mejores que el cerebro humano clasifican a la perfección. Es manejar la información críticamente para elaborar estrategias que favorezcan la toma de decisiones, que nos otorguen autonomía, que allanen nuestro camino a la cooperación, a la solidaridad y a la participación. (“Las personas aprendemos no porque se nos transmita, sino porque construimos nuestra versión personal de la información. Si cambiamos la forma de educar a los niños, es decir de enfrentarlos con la vida, quizá cambiaremos el mundo”, Rita Levi - Montalcini, “Tiempos de cambios” (Ver Rita Levi Montalcini).
De entre los recursos con que cuenta una nación su gente es el más importante. Bajo los efectos de la acción disparadora de los gobiernos la ciudadanía se pone en marcha. Los motores de esa marcha son la educación y el acceso a la información. Una ciudadanía educada y bien informada elige valores, establece metas y procedimientos, crea y regenera cultura y deposita en sus gobiernos, administradores circunstanciales de sus afanes, la ejecución de sus proyectos. En el ámbito de los recursos físicos, sus mandatarios dispararán sobre la tecnología existente favoreciendo la investigación y desarrollo para el logro de una capacidad productiva que devenga, gracias a las nuevas tecnologías, en plantas de alta productividad. La información, la investigación y desarrollo y la capacidad productiva son los aceleradores de la sociedad. Será menester, en pos de tales logros, que España ponga en marcha “un marco propicio para que las empresas encuentren estímulos suficientes para la creación de empleo, la introducción de nuevas tecnologías, el uso eficiente de los factores de producción y el incremento de la productividad” (Banco de España, Gobernador Caruana, en El País, 11 de junio de 2005).
Una ciudadanía no participativa y desinformada transforma a la democracia en el brazo político de los intereses económicos quitándole el contenido más profundo que la anima: la intervención del pueblo en los actos de gobierno (Ver Una democracia participativa)
Las formas que adquiere la desinformación hoy día no tienen nada que ver con la ignorancia decimonónica, que se resolvía alfabetizando al pueblo. La ignorancia que nos atañe es más compleja y tiene que ver con la incapacidad intelectual para reconocer las variables que anidan en la realidad, para poder elegir, cambiar y, así, crecer. Nuestra sociedad está produciendo un tipo de hombre nefasto que se caracteriza por su ligereza. El pragmatismo se apodera de nosotros y se instala en la educación como mera instrucción ¿Qué autonomía tendrán nuestros jóvenes cuando las circunstancias de la vida los obliguen a tomar decisiones? Ese hombre, al que estamos adiestrando para el ejercicio de sus posibilidades extrínsecas de poder, perderá su ser por el camino, su interioridad, su capacidad de ponerse en común. Y lo que es peor, a los efectos de lo que estamos tratando, perderá la posibilidad de acceder a un estado de resolución que lo habilite para decidir autónomamente.
Su capacidad de autonomía le permitirá aquella otra de la cooperación, que no es una mera disposición anímica asociada a la bondad. O por lo menos no es sólo eso. "Saber cooperar", dice Savater, "exige una comprensión del otro en términos de proyectos comunes, del conocimiento necesario para hacer los aportes intelectuales que saquen adelante esos proyectos, saber participar".
No existe democracia cuando el ciudadano no participa; aunque votemos.
Participar es "tener parte", parte de un todo que nos es común. La posibilidad de participación obliga a una visión clara de ese todo - su razón de ser, sus objetivos, metas y de los procedimientos a seguir- y de las propias calidades personales; ¿Entiendo la razón de ser del "todo común"? ¿He logrado la plenitud de discernimiento que me permita distinguir a los "otros" en sus calidades? ¿Mi participación dinamizaría los procedimientos? ¿Mi claridad contribuiría al logro de los objetivos? ¿Comparto la meta?
El "todo común" es la combinación de intereses de todas las partes actuantes de una comunidad. La palabra "común" actúa como galvanizadora de servicio, entrega, presencia constante del "otro". La participación, en estos términos, no es un derecho; es una obligación ineludible para la cual hay que estar capacitado.
"La sociedad es sólo una resultante de las fuerzas de sus individuos; según éstos se organicen podrán producir una acción intensa o débil, o neutralizarse por la oposición, y la obra total participará siempre del carácter de los que concurren a crearla. Una sociedad que no ha sido enseñada, inducida, estimulada a pensar para vivir se limita a meros movimientos de simpatía o antipatía". (Eduardo Mallea, La vida blanca, Ed. Sudamericana, Argentina)
Instituto Cervantes Virtual. Obras
sábado, noviembre 12, 2005
España, a propósito de "Arde Francia"
Los hechos que siguen asolando Francia tienen que ver con aquello en lo que hemos insistido reiteradamente desde “El Socialdemócrata”: agotamiento del sistema político, que ha sido devorado por el mercado, y de los políticos; el estrepitoso fracaso del sistema educativo, y el manifiesto desencuentro entre los estratos sociales por pérdida de un referente que los contuviera, que los pusiera “naturalmente” en común.
Dice Alain Touraine que “vivimos desde hace por lo menos una década una fase de desintegración marcada por el rechazo a los grupos minoritarios […] que traduce la incapacidad de la sociedad francesa para cambiar de modelo cultural”
Tampoco es ajeno a esto Regis Debrays, que sostiene que “Toda sociedad tiene una religión civil. La francesa era la República. La República Francesa era la máquina de integración; se rompió y lo hicieron todas sus piezas a la vez: el Ejército, la familia, la escuela, que eran los elementos que transmitían una cultura patriótica. Pero lo mismo ocurrió con la Iglesia, los partidos, los sindicatos. Todos esos eslabones de la vida social se quebraron. El estado de derecho no puede vivir sin valores comunes. La ley como tal no es un valor, sino un eslabón más entre valores trascendentes. […] la ecuación francesa se ha roto”
Hace años ya que se viene anunciando, en cuanto foro se organiza, que la educación española es una catástrofe. Sin embargo, por lo visto, no cejamos en nuestro empeño de que siga siéndolo. Hemos retrocedido en los objetivos educativos de la Unión Europea y se nos ha situado en el anteúltimo puesto de entre los 25 que la integramos. El abandono escolar crece hasta el 31 % y la cifra del fracaso DOBLA la del conjunto de la UE.
No creo que tengamos claro el diagnóstico, dado que seguimos debatiendo acerca de si será concertada, con religión o sin ella (como si se tratara de una pizza: con jamón o sin él, con tomate o con cebolla…), que si privada o pública, que si de monjas o de curas o de administración cooperativa, sin haber asumido que TODAS las variantes son de catástrofe. Son todas igualmente malas. Tourain nos dice que en Francia la escuela no ha servido por su concepción de una enseñanza separada de la educación. En pocas palabras, que no se ha asumido que la educación pasa por la recreación de actitudes afectivas, volitivas, intelectuales y de libertad y no por saber cuánto mide el Rodano (o El Tajo) o si el Rey SOL nació en París (o Felipe II murió de gota). (Ver Educación)
2. Incumplimiento del rol que nos cabe por vivir en democracia
Si agregamos que los vacuos programas de televisión sientan a nuestros niños entre tres y cuatro horas diarias frente al aparato y los padres facilitamos la embrutecedora tarea poniéndoles un televisor en el dormitorio (dos de cada tres niños españoles disfrutan de ese "privilegio"), poco queda por agregar, como no sea el comentario generalizado de que los políticos son todos corruptos y la política un asco, juicio que sirve de excusa para que nos apartemos del compromiso común: España, nuestro país, donde vivimos y donde están creciendo nuestros hijos.
3. Actitudes catastrofistas
El agotamiento del sistema político francés ha quedado demostrado por la pérdida de vigencia de los políticos en hechos tan relevantes como el fracaso que cosecharon cuando el referéndum por la Constitución europea, y la subversión social en la que está envuelta.
En España, con las actitudes catastrofistas que impulsa el PP, vamos por igual camino, aunque todavía no nos haya llegado el momento: venimos a la cola, en este sentido, de los cambios radicales que han comenzado a operarse en todo el mundo, donde el empuje de la ciudadanía ya se ha manifestado en Seattle, en Génova, en Latinoamérica y en cuanto lugar los G7 se reúnen (Ver Una democracia participativa)
Nuestro compromiso de ciudadanos es infundir espíritu crítico en nuestros jóvenes, gestos que destaquen un "algo" diferente, una gran franqueza, la semilla de la rebeldía, la disidencia enérgica como para poder insertarnos en el mundo según nuestras propias capacidades, plenamente personalizados, "para aceptar con serenidad las cosas que no se puedan cambiar, para cambiar valientemente aquellas que sí se puedan cambiar y para conocer sabiamente la diferencia entre unas y otras" (Pablo VI)
jueves, noviembre 10, 2005
El Senado, el PP y Zapatero
El fundamentalismo que anima a la derecha española, como que se ha constituido en la depositaria y regidora de todos los valores en exclusividad – la democracia, la libertad, la moral y la verdad, les pertenece- descalifica cualquier alternativa dado que “los otros” representan la destrucción del país (recuérdense las declaraciones de Aznar en Buenos Aires y México y el tremendismo de Rajoy que no cesa de manifestar que el PSOE ha llevado a España al caos, al desorden y de vuelta al pasado (Ver La mentira en política).
El fundamentalismo cala en “los conservadores”, sus adherentes - la gran mayoría de ellos alejados de la política porque “es muy sucia, no nos interesa”- a los que los políticos del PP hablan con un discurso trasnochado que coincide con el marco ideológico donde están instalados: el franquismo.
El mundo ha cambiado mucho desde entonces y Zapatero, que sin renegar de las instituciones, las alinea con la realidad, tiene que enfrentarse con un oponente hostil que hasta puede llegar a encontrar dentro de su propio partido. Todo indica que el gobierno ha propuesto una forma de democracia participativa donde todos los sectores minoritarios tienen que participar como grupo social y a partir de la propia identidad personal de sus integrantes.
Cuando la derecha no admiten el casamiento entre homosexuales (ver Matrimonios homosexuales), o se refugia en la moralina de una Iglesia destemplada y agónica, cuando se niega al diálogo y entorpece todos los caminos que conducen a soluciones de conjunto, cuando se atiene a la ley dejando de lado una realidad que golpea a todo el mundo menos a ellos – la guerra de Irak, las mentiras de Bush, la caída en picada que le propinó la Casa de los Comunes a Blair hace apenas unas horas, las cotidianas tragedias que matan a miles de inocentes en los países islámicos a los que fueron a salvar para ”la democracia y la libertad”, cuando, en fin, obnubilados por una ideología, se deja de ver la realidad, lo que se pretende es imposibilitar un cambio que dé protagonismo a la gente.
Para “los conservadores” el protagonismo de la gente es una nimiedad: todos coinciden con lo que dicen sus voceros –que no sus portavoces, porque no la expresan. Y a callar. ¿eh?, Ana Botella, a ver si el tercer casamiento de Don Casco provoca un cisma.
miércoles, noviembre 09, 2005
De Londres a Humahuaca
lunes, noviembre 07, 2005
Chomsky habla de terrorismo
(Enviado por Pablo Trevisi)
(Ver Indice general de "El Socialdemócrata)
"EE.UU. es el jefe mundial del terrorismo de Estado" El Lingüista, filósofo e intelectual del MIT, a los 76 años, fue elegido por una revista como el intelectual del planeta. En su libro “El terror como política exterior de EE.UU” dice cosas como "A todo el mundo le interesa acabar con el terrorismo. Bien, hay una manera muy sencilla de conseguirlo: dejar de participar en él.
[...]
A través de una entrevista y varias charlas recientes, el lingüista y activista revisa el sangriento currículo de agresiones cometidas en nombre del capitalismo democrático (Afganistán, Irak, Irán, Nicaragua, El Salvador, Colombia, Palestina...), sitúa a su país como el líder mundial del terrorismo de Estado y refuta la teoría preventiva: "Lo hacemos nosotros: es contraterrorismo, guerra justa. Lo hacen ellos: es terrorismo".
[...]
Primera idea: la hipocresía al juzgar a las víctimas: "Las nuestras cuentan, las de ellos no". Chomsky cita al "filósofo favorito de Bush (Jesús)": "Hipócrita es quien se niega a aplicarse la misma vara que aplica al prójimo". Eso no sólo rige para los políticos, también para los intelectuales: "Estados Unidos fue el único país dispuesto a dar apoyo incondicional a las tremendas atrocidades terroristas cometidas por Turquía en el sureste del país. Millones de kurdos fueron arrancados de su casas, miles de pueblos fueron destruidos, hubo decenas de miles de muertos que, antes de morir, sufrieron toda clase de bárbaras torturas. Clinton hacía llegar una avalancha de armas
[...].
Chomsky establece la correlación entre las ayudas militares y económicas que concede EE UU, las violaciones de los derechos humanos y la apertura de esos países a la inversión multinacional. Los más favorecidos son Israel ("la base militar de EE UU en Oriente Próximo, con 34 años de ocupación brutal de Cisjordania, cientos de miles de muertos y 50.000 torturados a costa de los contribuyentes estadounidenses"); Turquía (que emprendió su lucha antiterrorista "con armas estadounidenses en un 80%"), y Colombia (miles de abogados, periodistas, campesinos y luchadores por los derechos humanos asesinados...
(Ver artículo completo en Chomsly habla de terrorismo)
sábado, noviembre 05, 2005
Fuga hacia adelante del PP
(Por Carlos A. Trevisi)